Ningún cuerpo humano ha ascendido al cielo: la esencia etérica de esta región no puede albergar formas corpóreas; no obstante, todas las almas tendrán la posibilidad de entrar —y, de hecho, entrarán— en los reinos celestiales cuando, a causa de la muerte o por medio de la trascendencia espiritual, se despojen de la conciencia física y se reconozcan como seres angélicos ataviados de pensamientos y de luz. Todos estamos hechos a imagen de Dios, somos seres dotados de conciencia imperecedera, envueltos en diáfana luz celestial, una herencia que se encuentra sepultada bajo el terrón de carne. Sólo podremos reconocer dicha herencia por medio de la meditación. No existe otro camino; ese logro no se alcanza a través de la lectura de libros o del estudio filosófico, sino por la devoción y la oración contínua y la meditación científica que eleva la conciencia hacia Dios.”
Paramahansa Yogananda

Estate atento

No te intereses por nada ni nada investigues; deja a la mente
en su propia esfera ...
no veas fallos en ninguna parte,
no te tomes nada a pecho,
no ansíes signos de progreso ...
Aunque puedan decirte que eso es lo que significa "ausencia de atención",
no seas presa de la pereza.
Estate atento examinándote constantemente.
Gampopa
El alma del que no abriga el amor interior está fría de vergüenza.
Caliéntate con el amor, pues sólo él existe. ¿Dónde está la intimidad
excepto en el dar y el recibir?
Rumí

La carreta vacia

Caminaba con mi padre, cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó: Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más? Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: Estoy escuchando el ruido de una carreta... Eso es, dijo mi padre. Es una carreta vacía. Pregunté a mi padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía si aún no la vemos? Entonces mi padre respondió: Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuánto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace. Me convertí en adulto y hasta hoy, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: "Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace".
La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas.
Este post lo he cogido prestado del blog de Elisa- http://terapiafloralyastrologia.blogspot.com/

Entrevista a Mario Alonso Puig

LO QUE EL CORAZÓN QUIERE, LA MENTE SE LO MUESTRA.
Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo. “Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando”. Hay que entrenar esa mente.
MARIO ALONSO PUIG :Tengo 48 años. Nací y vivo en Madrid. Estoy casado y tengo tres niños. Soy cirujano general y del aparato digestivo en el Hospital de Madrid. Hay que ejercitar y desarrollar la flexibilidad y la tolerancia. Se puede ser muy firme con las conductas y amable con las personas. Soy católico. Acabo de publicar Madera líder (Empresa Activa)
Más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión? Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria.
¿Psiconeuroinmunobiología? Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.
¿De qué se trata? Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.
¿Qué tipo de cambios? Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.
¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios? Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.
¿Cambiar la mente a través del cuerpo? Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.
¿Dice que no hay que ser razonable? Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el porqué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.
Exagera. Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad.
Más recursos… La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con transtornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.
¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras? Santiago Ramon y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metáforica. Ahora sabemos que es literal: “Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”.
¿Seguro que no exagera? No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.
¿Hablamos de filosofía o de ciencia? Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.
¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas? Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.
¿Por qué nos cuesta tanto cambiar? El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona. La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente. Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, sino sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente.
Deme alguna pista. Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos “voy a hacer esto” y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia. Ver lo que hay y aceptarlo. Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.
MARIO ALONSO PUIG, entrevistado por Inma Sanchís La Vanguardia Digital

El aferramiento

El aferramiento es la fuente de todos nuestros problemas. Puesto que, para nosotros, la impermanencia equivale a angustia, nos aferramos desesperadamente a las cosas, aun cuando todas las cosas cambian. Nos aterroriza desprendernos de ellas; de hecho, nos aterroriza vivir, ya que aprender a vivir es aprender a desprenderse. Y ésta es la tragedia y la ironía de nuestra lucha por retener: no sólo es imposible, sino que nos provoca el mismo dolor que intentamos evitar.
La intención que nos mueve a aferrarnos no tiene porqué ser mala en sí; el deseo de ser felices no tiene nada de malo, pero aquello a que nos asimos es inasible por naturaleza.
Los tibetanos dicen que no se puede lavar dos veces la misma mano sucia en el mismo río, y que "por mucho que estrujes un puñado de arena nunca le sacarás aceite".
Sogyal Rimpoché
"Los seres humanos son en esencia hijos de Dios, reflejos inmaculados del Padre que no han sido manchados por la ilusión, los cuales se han convertido en “hijos del hombre”al identificarse con el cuerpo y olvidar su origen en el Espíritu. Quien está cautivo de la ilusión es simplemente un mendigo en las calles del tiempo; pero así como Jesús recibió y reflejó —a través de su conciencia purificada— la divina filiación de la Conciencia Crística, así también todo ser humano, por medio de los métodos de meditación del yoga, puede purificar su mente y convertirse en una mentalidad diamantina apta para recibir y reflejar la luz de Dios”.
Paramahansa Yogananda
No condenes al océano por el hecho de que no hayas encontrado en él la perla, a través de una o dos inmersiones. Condena más bien tu modo de sumergirte. Aún no has buceado con la suficiente profundidad.
Paramahansa Yogananda
Utiliza la fuerza de tus brazos. Deja de confiar en los brazos ajenos. Si hay un río que fluye al lado de tu casa, ¿por qué te atemoriza el morirte de sed?
Kabir
La mayor necedad de la mente es enfrentar lo que nos agrada con lo que no nos agrada, por lo que el gran problema comienza cuando empezamos a hacer diferencias entre lo agradable y lo desagradable.
La mente que mide y diferencia siempre está comparando y creando conflicto. El conflicto es una lucha de tendencias y crea tensión y desgarramiento. La mente, hasta que no se ejercita lo suficiente, no está libre de la fricción y engendra conflicto sin descanso, dañando al propietario de la mente e incluso generando malestar en otras criaturas. Es la mente vieja, con sus esquemas, modelos y patrones, coagulada en su estrechez de miras, que no quiere modificarse y cambiar, ni renunciar a sus mezquinos apegos, sus aborrecimientos y sus estrechos puntos de vista. La mente va por un lado y la vida va por otro, y ahí comienza la tensión, la disociación, la neurosis y la alineación. La mente vieja no enfoca lo que es como lo que es, sino a través de ansiedades, expectativas, temores y exigencias, y crea tensión sobre tensión, y añade sufrimiento al sufrimiento, y se desertiza en sus propios problemas imaginarios. Una mente así debe cesar y dar paso a una mente clara y capacitada para ver las cosas como son y proceder en consecuencia; una mente que fluya, que halle los puntos de menor resistencia, se relacione armónicamente y no confronte, sino concilie e incorpore. Hay que abrazar la vida toda, con lo más hermoso o árido de la misma, aprendiendo de cada situación, asumiendo conscientemente más que rechazando insensatamente, con la certeza de que lo que nos parece lo mejor en un momento dado (careciendo de perspectiva), puede convertirse posteriormente en lo peor, y lo peor puede tornarse una bendición; pero en cualquier caso hay que vivir los dos lados de la existencia y saber conciliarlos dentro de uno, consiguiendo (como Shiva hace de acuerdo a la mitología hindú) transformar el veneno en néctar.
Ramiro Calle

Esmalte de uñas

Un día, la Roshi Maurine Stuart tomaba el té en su casa de Cambridge con unos amigos cuando sonó el teléfono.
¿Se ponen los Budas esmalte de uñas? inquirió el interlocutor, una niña de siete años.
¿Llevas tú esmalte de uñas? respondió la Roshi.
¡Sí! gritó la niñita. Y colgó.
Maurine Stuart

La contemplación del rostro original

Sentado en silencio, percibe lo que está sentado ahí.
Explora el cuerpo en el que te sientas.
Observa el fascinante campo de sensaciones que llamamos "cuerpo".
Date cuenta de la insuficiencia de las palabras para describir lo que sientes.
Esa sensación de simplemente ser, reverberando por todo el cuerpo.
Sumérgete en esa sensación hasta la sutil vivencia mediante la cual la sensación es conocida. Percibe la sensación dentro de la sensación.
Asiéntate en esa sensación de ser, en esa vitalidad que vibra en cada célula.
Descansa en el ser.
Siéntate en silencio y date cuenta. Deja que la consciencia se sumerja en sí misma.
Date cuenta de que te das cuenta.
Experimenta directamente esa sensación mediante la cual imaginas que existes.
Adéntrate en ella incondicionalmente. Asiéntate en el centro de esa reverberación.
¿Tiene un origen? ¿Tiene un final?
¿Hay solamente una sensación de ser, eterna, no nacida e imperecedera?
No preguntes a la mente que siempre se autolimita con definiciones.
Pregúntale al corazón que no sabe de nombres, pero que mora siempre en ella.
Descansa en el ser.
Stephen Levine
No tengas demasiada prisa en resolver todos tus problemas o dudas. Como dicen los maestros: "Apresúrate lentamente". Yo siempre les digo a mis alumnos que no se hagan expectativas poco realistas, porque el crecimiento espiritual lleva su tiempo. Se necesitan años para aprender japonés correctamente o para llegar a ser médico. ¿De veras podemos esperar que alcanzaremos todas las respuestas y mucho menos la Iluminación, en unas cuantas semanas?
El viaje espiritual implica un aprendizaje y una purificación constantes. Cuando se sabe esto, se vuelve uno humilde. Hay una célebre máxima tibetana: "No confundas la comprensión con el conocimiento, y no confundas el conocimiento con la liberación". Y Milarepa dijo: "No albergues esperanzas de conocimiento, pero practica toda tu vida".
Sogyal Rimpoché

El Gran Canto

La práctica espiritual es revolucionaria. Nos permite salir de nuestra identidad, cultura y religión personales, para experimentar de un modo más directo el gran misterio, la gran música de la vida.
En el relato de Herman Hesse, Shiddartha, finalmente, se sienta junto al río y escucha.
Ahora escuchaba con atención, totalmente absorto, vacío, recogiéndolo todo. Sintió que había aprendido completamente el arte de escuchar. Lo había oído antes a menudo, las numerosas voces del río, pero hoy sonaba distinto. Pronto pudo distinguir las distintas voces, la voz alegre de la llorosa, la voz infantil de la adulta. Cada una pertenecía a las demás: el lamento de los afligidos, la risa de los sabios, el grito de indignación y las quejas de los moribundos. Estaban todas entretejidas, entrelazadas de mil maneras. Todas las voces, todos los anhelos, todas las metas, todas las penas, todos los placeres, todo lo bueno y todo lo malo, todo ello en conjunto era el mundo, todos ellos juntos eran los ríos de los acontecimientos y la música de la vida. Cuando Siddharta escuchó atentamente el río, este canto de mil voces, no escuchó solamente la pena o la risa, no ató su alma a ninguna voz en particular y la absorbió en sí mismo, sino que las escuchó todas, el todo, la unidad; entonces, el gran canto de miles de voces estaba formado por una sola voz: perfección.

Hokusai dice (pasaje)

[Hokusai (1760-1849) fue un famoso pintor japonés]
Hokusai dice: "Mira con detenimiento".
Él dice: "Presta atención, date cuenta".
Él dice: "Continúa mirando, ten curiosidad".
Él dice: "El mirar no tiene fin ..."
Él afirma que todo está vivo
conchas, edificios, personas, peces, montañas, árboles.
La madera está viva. El agua está viva.
Todo tiene vida propia.
Todo vive en nuestro interior.
Él dice: "Vive el mundo en tu interior".
Él dice: "No importa si dibujas o escribes libros,
no importa si cortas madera o pescas ...
Lo que importa es que prestes atención. Lo que importa es que sientas.
Lo que importa es que te des cuenta.
Lo que importa es que la vida fluya a través de ti".
Roger Keyes
La naturaleza de todas las cosas es ilusoria y efímera, quienes tienen una percepción dualista consideran felicidad el sufrimiento, como los que lamen la miel del filo de una navaja.
Cuán dignos de compasión los que se aferran con fuerza a la realidad concreta:
Volved vuestra atención hacia dentro, amigos de mi corazón.
Nyoshul Khempo

La Impermanencia

Esta existencia nuestra es tan pasajera
como las nubes de otoño.
Observar el nacimiento y la muerte de los seres
es como contemplar los movimientos de un baile.
La vida entera es como un relámpago en el cielo;
se precipita a su fin como un torrente
por una empinada montaña.
Buda
Había un gran santo, Eknath Maharaj, que escribía en un verso: "Te diré el secreto de la realización de Dios: en el momento en que eliminas tu ego, tu sentido de existencia separada, te das cuenta de que siempre has sido Dios, de que eres Dios aquí y ahora. Es sólo el ego lo que te mantiene separado de esta experiencia. Este ego crea tal nudo dentro de ti que es casi imposible desatarlo. Si las cosas son así, ¿cómo podría el propio orgullo dirigirnos a Dios?
Me gustaría contaros una historia. Había una barca en la orilla de un río y su barquero la estaba cargando. Puso en ella todo cuanto pudo. Al tratar de remar para apartarse de la orilla la barca no se movió. Pensó que quizás había puesto demasiado peso, así que sacó unas cuantas cosas y empujó de nuevo. Pero el bote no se movía. Comenzó a sospechar que el bote estaba bajo la maldición de algún espíritu, así que rompió un coco y luego cortó un limón, pero eso tampoco le sirvió para nada. Entonces comenzó a repetir un mantra y ni siquiera eso le ayudó. Al mirar hacia arriba, vio un saddhu bañándose en la otra orilla del río y le gritó:
"Oh Babaji, oh Babaji¿ ¿Puede ayudarme?"
"¿Qué sucede?"
"Mi barca no se mueve".
"Estúpido, ¿acaso no ves que tu barca está atada a la roca?
¿Cómo va a moverse la barca si no desatas el nudo?".
Muchos de nosotros somos tan estúpidos como ese barquero. Queremos que la barca de nuestra búsqueda se mueva hacia delante pero no desatamos el nudo del ego que la mantiene firmemente atada a nuestra existencia miserable, limitada y sin sentido. Por lo tanto, en lugar de repetir todo el tiempo Yo, Yo, Yo, ¿por qué no repites So'ham, So'ham, So'ham? Esto significa "Yo soy Eso", en otras palabras, "Yo soy Dios, Yo soy El" Dios está más cerca nuestro que cualquier otra cosa en el mundo. El es nuestra realidad intrínseca.
Swami Muktananda