Aspira a lo alto; cuanto más alto, mejor. Aun cuando no alcances ese propósito todas las veces, al menos te encontrarás estirándote hasta el máximo de tu capacidad. Espera siempre lo mejor en la vida; mira cómo lo recibes, y da eternas gracias por ello. Recuerda que Yo conozco todo lo que necesitas, incluso antes de que lo pidas, y todas tus necesidades están siendo satisfechas de un modo maravilloso. ¡Cuán bendita eres al conocer estas maravillosas verdades y al ser capaz de absorberlas hasta lo más profundo de tu ser! Al darte cuenta de los enormes cambios y del constante crecimiento y expansión a todos los niveles. Al conocer que, aun con todas las convulsiones que aguardan al mundo, ningún daño recaerá sobre aquellas almas que hayan aprendido a poner su fe y confianza enteras en Mí. Al saber sin sombra de duda que conmigo todas las cosas son posibles.
Eileen Caddy