Tomate tiempo para rezar,
es el dulce aceite que suaviza la bisagra del jardín
para que la puerta pueda girar con facilidad.
Siempre puedes ir ahí.
Considérate bendecido.
Estas piedras que rompen tus huesos
construirán el altar de tu amor.
Tu hogar es el jardín.
Lleva tu aroma, oculto en ti, a la ciudad.
De repente tus enemigos compraran bolsitas de semillas
y caerán de rodillas para plantar flores
en el polvoriento camino.
Te llamarán Amigo
y honrarán tu relación con ellos.
Cuando se les pregunte: "¿Quién era?" dirán:
"Oh, le hemos amado
antes del inicio del tiempo."
Ello de gente que te habría atropellado
para mantener su ventaja.
Abandona todo excepto tu jardín,
Tus preocupaciones, tus temores, tus cortas miras.
Nunca se te podrá quitar el jardín.
Lynn Park