Perdonar es el valor de los valientes.
Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar. Mahatma Gandhi

El asceta que no podía esperar

Un asceta, famoso por estar iluminado, llegó a la sincera conclusión de que no estaba en realidad totalmente liberado. Pensó que la enseñanza de Buda le ayudaría y cruzó toda la India hasta que llegó adonde estaba Buda y pidió verle. Le contestaron:
Está haciendo su ronda de pedir limosnas. Aguarda aquí y pronto le verás.
No puedo esperarle, respondió el asceta. Mostradme el camino y le encontraré.
Y se dirigió al centro de la ciudad. Allí vio al Buda yendo de casa en casa con su cuenco de pedir limosnas. El asceta se postró de rodillas y, abrazando los pies de Buda, le dijo:
Tú te has liberado. Por favor, enséñame la práctica que me conduzca a la liberación.
Con mucho gusto, le respondió Buda, pero no aquí. Ahora no es el momento ni el lugar. Ve a mi centro de meditación y espérame allí.
No puedo esperar. En ese tiempo tan breve puedo morir yo o puedes morir tú. Ahora es el momento. por favor, enséñame.
Buda le miró y vio que su muerte estaba cercana. Se dio cuenta de que debía dársele la enseñanza de una vez ...
Cuando veas, le dijo, sé sólo el ver. Cuando oigas, sé solo el oír. Cuando huelas, saborees o toques, sé sólo el oler, el saborear y el tocar. Cuando pienses, sé sólo el pensar.
Buda