Sabed que todas las cosas son como esto:
un espejismo, un castillo de nubes,
un sueño, una aparición,
sin esencia, pero con cualidades que pueden verse.
Sabed que todas las cosas son como esto:
como la luna en un cielo brillante
en algún lago transparente reflejada,
aunque a ese lago la luna nunca se ha desplazado.
Sabed que todas las cosas son como esto:
como un eco que deriva
de música, sonidos y llanto,
y sin embargo en ese eco no hay melodía.
Sabed que todas las cosas son como esto:
como un mago que crea ilusiones
de caballos, bueyes, carros y otras cosas,
nada es lo que aparenta ser.
Buda

Así pues, ¿quién eres?

Así pues, ¿quién eres? No eres los objetos exteriores, no eres los sentimientos, no eres los pensamientos. Sin esfuerzo alguno eres consciente de todos ellos, de modo que no eres ellos. ¿Quién o qué eres tú? Repítetelo así a ti mismo: "Tengo sentimientos, pero no soy esos sentimientos. ¿Quién soy? Tengo pensamientos, pero no soy esos pensamientos. ¿Quién soy?..."
De este modo ve retrocediendo hacia el origen de tu consciencia. Vuelve al Testigo; descansa en el Testigo. No soy los objetos, ni los sentimientos, ni los deseos, ni los pensamientos. Pero entonces, la gente comete, generalmente, un grave error. Creen que si se basan en el Testigo no van a ver algo o sentirán algo, algo realmente vívido y especial. Pero no vas a ver nada. Y si ves algo, será tan sólo otro objeto: otro sentimiento, otro pensamiento, otra sensación, otra imagen. Pero todo eso son objetos, eso que tú no eres.
No, basándote en el Testigo lo único que percibirás será una sensación de libertad, una sensación de liberación, una sensación de alivio... de alivio al sentirte libre de la terrible constricción del sentirte identificado con esos nimios, minúsculos objetos finitos, tu pequeño cuerpo, tu pequeña mente y tu pequeño ego, los cuales son objetos que pueden ser vistos y, por lo tanto, no son el verdadero Observador, el auténtico Ser, el puro Testigo, lo que tú realmente eres.
Ken Wilber

La Gran Búsqueda

En su forma más elevada, el buscar adopta la forma de la Gran Búsqueda Espiritual. Deseamos salir de nuestro estado no iluminado (de pecado, engaño o dualidad) y pasar a un estado iluminado más espiritual. Deseamos abandonar el lugar donde se encuentra el Espíritu e ingresar donde el espíritu mora.....
La Gran Búsqueda es, sencillamente, ese impulso, el impulso final, que obstaculiza la presente realización del Espíritu. Y es así por una sencilla razón: La Gran Búsqueda presupone la pérdida de Dios. La Gran Búsqueda refuerza errónea creencia de la no presencia de Dios y, de esta manera, vela por completo la realidad de Su presencia inmanente. La Gran Búsqueda, fingiendo amar a Dios, es en realidad el mecanismo por el cual apartamos a Dios; el mecanismo mediante el cual prometemos hallar mañana aquello que existe únicamente en el ahora intemporal; el mecanismo que obcecadamente nos fija en el futuro haciendo que nos perdamos el evanescente presente y con él, el rostro sonriente de Dios.
Ken Wilber
Veo que quienes desearían dominar el mundo,
y actúan con esa finalidad, no lo conseguirán.
El mundo es un recipiente sagrado;
No es algo sobre lo que se puede actuar.
Quienes actúan sobre él lo destruyen;
Quienes se aferran a él lo pierden.
Unas cosas van adelante y otras las siguen;
Unas son calientes y otras soplan frías;
Unas son firmes y fuertes, otras sumisas y débiles.
unas se alzan mientras otras caen.
Por eso el Sabio:
Rechaza lo extremo, lo excesivo y lo extravagante.
Lao-Tse
Tao Te Ching

El buen corazón

Toda la dicha que hay en este mundo,
toda proviene de desear que los demás sean felices;
y todo el sufrimiento que hay en este mundo,
todo proviene de desear ser feliz yo.
Shantideva
Si intentas dominar tus motivos egoístas, ira y demás y cultivas más amabilidad y compasión hacia los demás, en último término tú mismo te beneficiarás más de lo que te beneficiarias de otro modo. Por eso digo a veces que el egoísta sabio debería practicar de esta manera. Los egoístas necios siempre están pensando en ellos mismos,
y el resultado es negativo. Los egoístas sabios piensan en los demás, ayudan a los demás tanto como pueden, y el resultado es que ellos también se benefician.
Dalai Lama

Evolución, karma y renacimiento

Durante aquella noche de tanta consecuencia en la que Buda alcanzó la Iluminación, se dice que pasó por varias fases distintas de despertar. En la primera, con la mente "sosegada y purificada, sin mácula, libre de contaminaciones, suavizada, maleable, fija e inamovible", dedicó su atención al recuerdo de sus vidas anteriores. He aquí lo que nos dice de esa experiencia:
Recordé muchas, muchas existencias anteriores. Había pasado por uno, dos nacimientos, tres, cuatro, cinco ..., cincuenta, cien ..., cien mil, en distintos periodos del mundo. Lo sabía todo acerca de estos diversos nacimientos; dónde se habían producido, cuál había sido mi nombre, en qué familia había nacido y qué había hecho. Reviví una vez más la buena y la mala fortuna de cada vida. De esta manera recordé innumerables existencias previas con todas sus circunstancias y sus rasgos característicos exactos. Este conocimiento lo obtuve en la primera vigilia de la noche.
En la segunda vigilia de la noche en que alcanzó la Iluminación, Buda obtuvo otra clase de conocimiento que completó su conocimiento de la reencarnación: el del karma, la ley natural de causa y efecto.
Con el ojo celestial, purificado y más allá del alcance de la visión humana, vi cómo los seres se desvanecen y vuelven de nuevo a ser. Los vi encumbrados y caídos, brillantes e insignificantes, y vi cómo cada uno obtenía según su karma un renacimiento favorable o doloroso.
Sogyal Rimpoché
El Libro Tibetano de la Vida y de la Muerte

La Diosa

En una ocasión la Diosa se dispuso para emprender una larga peregrinación religiosa. Como el viaje le llevaría mucho tiempo, prefirió hacerse acompañar por uno de sus devotos. Pero ¿cuál?, ¿cómo elegirlo? ¿Cómo escoger a uno entre los miles que la veneraban?
La Diosa ordenó a todos ellos que se reuniesen y que uno por uno la abrazaran. Pasaron días hasta que todos hubieron estrechado a la Diosa en sus brazos. Tras concluir la prueba, la Diosa eligió a quien habría de acompañarla. Los restantes se quedaron atónitos e incluso indignados, haciéndose la siguiente pregunta: "¿Por qué ha elegido a ése cuando todos la hemos abrazado de igual modo?". Entonces pidieron explicaciones a la Diosa y ésta dijo:
Mis muy queridos, creéis que todos me habéis abrazado de igual forma, ¿no es así? Estáis muy equivocados. Sólo uno de vosotros me ha abrazado plenamente, sólo uno, y es el que he escogido para que me acompañe en la larga peregrinación. Los demás me habéis abrazado mecánicamente, sin una atención plena. ¿No sabéis que a la Diosa se llega siguiendo el camino de la conciencia y no el de las costumbres; la senda directa de la atención y no el camino de los rituales mecánicos?
Acto seguido, en compañía de su amado y consciente devoto, la Diosa partió en peregrinación.
Extraido de El Libro de la Felicidad de
Ramiro Calle
Me he dado cuenta de que pasado y futuro son ficciones. Existen en el presente, que es todo lo que hay y todo lo que es.
Alan Watts
Kabir dice:
Soy el sirviente de los santos que han sumergido sus mentes en el Ser interior convirtiéndolas en la personificación del Ser. Se han liberado de la falsa identificación. Pueden controlar los sentidos y la mente. Los conceptos erróneos que tenían de sí mismos, tales como "Soy un pecador, tengo sentimientos negativos, soy ésto o soy lo otro ..." han desaparecido completamente. Ahora, sólo el amor desborda en su interior, y ellos beben ese néctar. Viven arrebatados en el éxtasis. Lo han descubierto en su interior y permanecen constantemente en ese estado. "Soy el sirviente de esos santos que han trascendido el sentido del yo".
He encontrado un Sadguru así. Mi Sadguru me ha dado el néctar del amor. Me ha dado a beber de la copa del néctar del amor. Cuando una gota de agua se diluye en el océano. De la misma forma ha desaparecido mi individualidad y me he vuelto omnipresente. Soy el sirviente de esos santos que han trascendido sus mentes y se han establecido en el Ser".
Extraido de El despertar interior de Swami Muktananda
La verdadera espiritualidad es ser consciente de que somos interdependientes de todo y de todos los demás, incluso nuestro menor y más insignificante pensamiento, palabra o acción tiene consecuencias reales en todo el universo. Arroje un guijarro a un charco y verá cómo hace temblar toda la superficie del agua, produciendo una serie de ondas que se van fundiendo unas con otras dando lugar a otras nuevas. Todo está indisolublemente interrelacionado: llegamos a darnos cuenta de que somos responsables de todo lo que hacemos, decimos o pensamos, responsables, en realidad, de nosotros mismos, de todas las personas y de todo lo demás, y de todo el universo.
El Dalai Lama ha dicho:
En el mundo altamente interdependiente de hoy, los individuos y las naciones ya no pueden resolver por sí solos muchos de los problemas. Nos necesitamos unos a otros. Por consiguiente, debemos cultivar un sentido de responsabilidad universal ... Es nuestra responsabilidad individual y colectiva proteger y cuidar la familia global, apoyar a sus miembros más débiles y conservar y atender el entorno en que vivimos todos.
Sogyal Rimpoché
En su monasterio de Nepal, el más anciano de los discípulos de mi maestro que aún seguían con vida, el gran Dilgo Khientse Rimpoché, llegó al fin de una enseñanza. Era uno de los maestros más destacados de nuestra época, profesor del propio Dalai Lama y de muchos otros maestros que lo consideraban un tesoro inagotable de sabiduría y compasión. Todos alzamos la mirada hacia ese hombre apacible y resplandeciente, erudito, poeta y místico que había pasado veintidós años de su vida en retiro. Dilgo Khientse Rimpoché hizo una pausa y contempló la lejanía:
Tengo ya setenta y ocho años y a lo largo de mi vida he visto muchas cosas. Muchos jóvenes han muerto, muchas personas de mi edad han muerto, muchas personas mayores han muerto. Muchas personas encumbradas han descendido. Muchas personas de posición humilde se han encumbrado. Muchos países han cambiado. Ha habido muchos desórdenes y tragedias, muchas guerras y plagas, mucha y terrible destrucción en todo el mundo. Y, no obstante, todos estos cambios no son más reales que un sueño. Si se mira a fondo, se advierte que no hay nada permanente ni constante, nada, ni siquiera el menor pelo del cuerpo. Y esto no es una teoría, sino algo que realmente podeis llegar a conocer, percibir y ver incluso con vuestros propios ojos.
Muchas veces me pregunto: "¿Cómo es que todo cambia?" Y sólo encuentro una respuesta: Así es la vida. Nada, nada en absoluto posee el menor carácter duradero.
Sogyal Rimpoché

La senda espiritual

El maestro dijo que en este mundo hay una sola cosa que nunca debe olvidarse. Si fueras a olvidar todo lo demás, pero no esto, no habría motivo de preocupación, mientras que si recordaras, realizaras y atendieras a todo lo demás pero olvidaras esa única cosa, en realidad no habrías hecho nada en absoluto. Es como si un rey te hubiera enviado a un país para cumplir una tarea específica y concreta. Vas a ese país y realizas otras cien tareas, pero no realizas aquélla para la que te enviaron, es como si no hubieras realizado nada en absoluto. Del mismo modo, el hombre ha venido al mundo para cumplir una tarea específica, y ese es su objetivo. Si no la realiza, no habrá hecho nada.
Rumí

Dimensiones ocultas

La clave para esta libertad es comprender que en el momento presente, no hay tiempo. Los evangelios de las más importantes religiones del mundo hacen referencia en sus enseñanzas al "eterno presente", instruyendo a los buscadores de Dios en no mirar más lejos de donde se encuentran al buscar el reino de los cielos. En otras palabras: la eternidad es ahora.
Aprendiendo a olvidarnos del tiempo a través de la focalización en el presente, comenzamos a descubrir las dimensiones ocultas de la experiencia cotidiana, la cual siempre ha estado ahí, accesible, pero velada por nuestras ligaduras con el tiempo. El presente es una puerta hacia la eternidad.
Ram Dass
Buda se halla en el bosque de Kosambi y se agacha para tomar del suelo un puñado de hojas de simsapa, y les pregunta a sus discípulos:
¿Qué creéis que hay en mayor cantidad, el puñado de hojas de simsapa que he reunido en mi mano o todas las que hay en el bosque?
Una bagatela son las hojas que tiene el Buda en su mano en comparación con las que hay en el bosque, dicen los discípulos.
Pues de la misma manera, agrega Buda, son muchas las cosas que he comprendido plenamente pero no os he revelado; y son pocas las cosas que os he confiado. ¿Por qué no os las he confiado? Porque, ciertamente, no son útiles, no son esenciales para la vida pura, no conducen al desapego, al desapasionamiento, a la cesación, a la tranquilidad, a la comprensión total, a la iluminación, al Nirvana, por eso no las proclamo.