La devoción es la esencia del camino; si en todo momento pensamos en el guru y en todo momento sentimos devoción ferviente, cualquier cosa que ocurra se percibe como su bendición. Si practicamos con esta devoción constantemente presente; eso en sí ya es oración.
Cuando todos los pensamientos están imbuidos de devoción al guru, existe una confianza natural de que esto se encargará de cualquier cosa que pueda suceder. Todas las formas son el guru, todos los sonidos son oración y todos los pensamientos, los bastos y los sutiles, surgen como devoción. Todo se libera espontáneamente en la naturaleza absoluta, como nudos en el cielo.
Dilgo Khyentse Rimpoché