... Una vez estaba sentado en una entrevista, en el Centro Zen de Cambridge, cuando entró un hombre, tremendamente excitado, afirmando que acababa de tener una experiencia de iluminación. ¡Y la describió muy detalladamente! El maestro le escuchó y de la forma más amable posible le preguntó: "¿Puedes mostrarme esa experiencia ahora mismo?". De este modo hacía saber al estudiante que si la experiencia había sucedido en el pasado, ya no la vivía. Lo importante es lo que está sucediendo ahora.
Con frecuencia tenemos, respecto a una cosa u otra, en nuestra vida la sensación de que "si eso no fuera así, sería feliz ... Si no tuviera miedo, si no me enfadara, si no me sintiera solitario ...; si no tuviera que lavar los platos, o sacar la basura, o cumplimentar mi declaración de la renta ...; si no fuera viejo, si no estuviera enfermo, si no tuviera que morir ...". Pero todo eso está ahí. Ésta es la situación tal y como es. Y ninguna situación te impide practicar. No hay nada en ellas que te impida ser verdaderamente feliz. Es lo que haces de ellas lo que establece la diferencia.
Y lo que has de hacer es siempre lo mismo: entregarte a ellas por completo. Vivirlas en profundidad.
Larry Rosenberg

El esfuerzo y lo-que-es

El esfuerzo es una desviación de lo-que-es. En cuanto acepto lo-que-es, deja de haber esfuerzo.
Cualquier forma de lucha o conflicto es indicativo de distracción. Y la distracción -lo que el esfuerzo es- ha de existir mientras yo, psicológicamente, desee transformar lo-que-es en algo que no es.
Considera, por ejemplo, la ira. ¿Puede la ira ser vencida mediante el esfuerzo, o mediante la utilización de distintos métodos y técnicas, o por la meditación, o mediante diversas maneras de transformar lo-que-es en lo-que-no-es?
Supongamos ahora que en lugar de esforzarte por transformar la ira en ausencia de ira, aceptaras estar enfadado. ¿Qué sucedería entonces? Serías consciente de estar enfadado. ¿Qué ocurriría? ¿Te abandonarías a la ira? Si eres consciente de estar enojado -lo cual es lo-que-es- y te dieras cuenta de la estupidez que supone convertir lo-que-es en lo-que-no-es, ¿seguirías enfadado? Si en vez de tratar de vencer, modificar o cambiar la ira, la aceptaras y la contemplaras, si fueras completamente consciente de ella sin condenarla ni justificarla, surgiría instantáneamente un cambio ...
De modo que el esfuerzo es ausencia de atención ... y, por lo tanto, la atención es ausencia de esfuerzo.
J. Krishnamurti
Quitarte los zapatos es un ritual sagrado. Es un momento sagrado en el que recuerdas la bondad del espacio y del tiempo. Es una manera de festejar el sagrado suelo sobre el que estás. Si quieres ser un niño maravillado aprecia la verdad de que tiempo y espacio son sagrados. Quitarte los zapatos simbólicamente o literalmente, poco importa. Lo que sí importa es que seas consciente del sagrado suelo que pisas y del santo suelo que eres.
Macrina Wiederkehr