Abre tu corazón. La Luz llama. La Luz clama. Hoy sentirás la gran fuerza de mi espíritu guerrero manifestarse en el poder de estas palabras que llegan, con fe, para infundirte coraje en esta etapa crítica del proceso de ascensión. Tu mensaje debe llegar sin importar los obstáculos. Es necesario que sigas vibrando. Es imperioso que continúes religando. Eres guía. Es ahora cuando se necesita estar bien firme. Sigue sembrando. Sigue alumbrando. Alenta. Ama. Brilla. Eres luz. Despertar es recordar. Recordar es empoderarse y moverse para cumplir con nuestro destino de ayudar a liberar a quienes sienten que sus corazas les impiden ser más humanos. Por eso, aunque estés cansado, aunque todavía no veas el fruto de tu labor, no te detengas. La energía que proviene desde el centro de la galaxia divide las aguas, potenciando el modo de vibrar. Tu tarea es vital. Mas personas aún deben comprender la importancia de este momento sagrado. Estamos ascendiendo hacia una nueva dimensión. La Tierra lo sabe. En tanto nuestro planeta siga aumentando su frecuencia y cada una de nuestras células se sincronice con su vibración, percibiremos que el día se vuelve más y más corto. Esto quedará evidenciado en una mayor sensación de aceleración y confusión, pues la mente estará agitada. Persiste. Que otros sepan que es hora de ingresar al corazón para encontrar la paz que externamente no se encuentra. No pregonamos el amor en el sentido poético. Somos conscientes de que al vibrar en el amor florecen los dones y talentos. El miedo, en cambio, los marchita e impide desplegar el increíble potencial lumínico que llevamos dentro. Tenemos tarea por desarrollar. Acudimos a iluminar la oscuridad que anida en la inconsciencia. Somos mensajeros consagrados a la Luz, cumpliendo con nuestro bello acuerdo álmico de hacer relumbrar la trama que enaltece y sustenta la vida. Este es nuestro tiempo. Acordamos venir. Acordamos servir. Acordamos sentir. Acordamos despertar para activar y dispersar la mágica esencia divina que guía y anima a volar en la luz de la consciencia. Somos la señal del cambio. Emitimos la radiación cristalina que transformará a la Madre Tierra en un grandioso corazón, en donde quedará grabado -en cada grano de arena, en cada gota de agua- que triunfó el amor. Lo estamos logrando. Vibra. Ama. Destella. Eres luz.
Julio Andrés Pagano

La paz interior

Te sorprendería comprobar los beneficios físicos, mentales y espirituales que pueden derivarse del recogimiento en Dios.
Los santos de la india aconsejan no sólo un día a la semana de retiro, sino que destacan la necesidad de recogerse a diario durante cuatro períodos determinados. Temprano por la mañana, antes de ver a nadie, permanece en calma, disfrutando de la paz. Al mediodía, antes de iniciar tu almuerzo, guarda silencio durante unos minutos, y al atardecer, antes de la cena, dispón de otro período de quietud. Por último antes de acostarse, disfruta del silencio una vez más. Aquellos que se recogen fielmente y guardan silencio durante los cuatro períodos del día mencionados no pueden sino sentirse en armonía con Dios. Quienes se vean imposibilitados para realizar esta práctica cuatro veces al día deberían disponer de un período cada mañana y cada tarde para dedicarlo sólo al Señor. Si lo haces así, tu vida cambiará, serás más feliz.
Paramahansa Yogananda