
Sin embargo, a medida que cada pensamiento surge de las profundidades de nuestra mente, di: "¿Quién?"
Al principio, esperarás una respuesta.
Finalmente, la respuesta llegará cuando la mente discursiva - la mente del ego que constantemente habla del mundo consigo misma- se calme lo suficiente para escuchar el sonido de la Sosegada Vocecita. La respuesta será Aquél que lo está preguntando. Será Dios buscando a Dios.
Jason Shulman