Dar esperanza y encontrar perdón



















Me gustaría destacar dos puntos cuando se ofrece ayuda espiritual a un moribundo: dar esperanza y encontrar perdón.
Siempre que esté con una persona moribunda, insista en lo que ella ha logrado y hecho bien. Ayúdela a sentirse lo más constructiva y satisfecha posible respecto a su vida. Concéntrese en sus virtudes y no en sus defectos. Las personas moribundas suelen ser excepcionalmente vulnerables a la culpa, el pesar y la depresión; permita a la persona expresar libremente estos sentimientos, escúchela y dése por enterado de lo que le diga. Al mismo tiempo, y si se dan las condiciones necesarias, recuérdele que tiene la naturaleza de buda y anímela a tratar de reposar en la naturaleza de su mente mediante la práctica de la meditación. Recuérdele sobre todo que el sufrimiento y el dolor no son todo su ser. Busque el modo más hábil y delicado posible para inspirar a la persona y darle esperanza. Así, antes de entregarse a cavilar sobre sus errores, la persona puede morir en un estado mental más sereno.
Al hombre que clamó "¿Cree usted que Dios me perdonará alguna vez mis pecados?", le diría: "El perdón existe ya en la naturaleza de Dios; ya está presente. "Errar es humano, y perdonar es divino." Pero ¿puede usted perdonarse verdaderamente a sí mismo? Ahí está realmente el problema.
Sogyal Rimpoché- El Libro Tibetano de la Vida y de la Muerte.