Se me mostró un pajarillo que estaba
aprendiendo a volar. Sus primeros esfuerzos
eran muy débiles. Pero al usar sus alas
cada vez más, éstas se hicieron fuertes
hasta haber encontrado la libertad de volar
y ser capaz de ascender a grandes alturas
y surcar largas distancias sin ningún esfuerzo.
Oí estas palabras:
La fe llega con la práctica.
Vive según la fe hasta que sea fuerte
e inquebrantable como una roca,
y encuentra la verdadera libertad del Espíritu.
Eileen Caddy

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