Renuncia a tus envidias, olvida tu deseo de triunfar por encima de los demas. Con amabilidad, con valentia, con la confianza de que al hacerlo te aseguras el exito, acoge a los demas con una sonrisa. Se claro y directo. Y procura ser imparcial. Todo esto no te lo digo en calidad de Dalai Lama, ni por ser una persona dotada de poderes espirituales. No los tengo. Te hablo solamente como un ser humano; como alguien que, igual que tu, desea ser feliz y no sufrir.

3 comentarios:

  1. Hola Yamuna,

    Un maravilloso mensaje! esto es algo que todos en algún minuto debe darse cuenta y aprender. La envidia y todos esos sentimientos que nos oscurecen, se deben limpiar, la vida es para compartirla y para disfrutarla libremente.
    y no olvidar de ser humildes, en pensamiento, paralabra, sentimiento.

    Gracias por pasar a visitarme y dejar tu comentario. Ahora me doy cuenta lo que comentaba Elio, veo que las dos nos gusta escribir cosas similares y además el amor a los niños y al Budismo Tibetano. Es muy bonito tu espacio.

    Me alegra de conocerte, te seguiré leyendo.

    Un Abrazo.

    Andrea.

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  2. Gracias por tu visita, de corazón.
    Si que es cierto que tenemos afinidad en algunas cosas, y me alegro mucho de que así sea.
    Yo también estoy contenta de conocerte y seguiré visitando tu blog.
    Un abrazo fuerte.

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  3. Gracias Yamuna por visitar mi casa. De vuelta he visitado la tuya y es preciosa. Compartes el budismo y me siento feliz por ello. Interesante camino a seguir, conseguir la tranquilidad de nuestra mente, para ir hayando la felicidad y desterrar el sufrimiento.

    Un abrazo sereno que llegue hasta Haití

    Namasté-OM

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