Hemos descubierto que en el centro de nuestra existencia no hay un centro, sino que, como la proverbial cebolla, a medida que vamos pelándola capa a capa vamos descubriendo que nos acercamos a un vacío. No hay nada en el centro.
Puede que utilicemos la palabra "nada", pero no es eso lo que se encuentra en nuestro centro. Podríamos decir también que nuestro centro lo contiene todo. Podríamos decir que es amor, o consciencia, o un inmenso campo consciente en el cual surgen todas las cosas, incluyendo la idea misma de un "yo" separado.
Lo que es en el centro no puede expresarse con el lenguaje. No es un sujeto ni un objeto, no es un pensamiento o una palabra. No es dividido, de modo que no puede ser objetivado. No es poseído, de modo que no puede ser mío.
Aquí, finalmente, descubrimos la vida misma, Ser sin hacer, un texto silenciado, la mayor historia jamás contada.
Steven Harrison
Lo sabemos, pero no es fácil llevarlo siempre a la práctica, nos despitamos mucho.
ResponderEliminarEn el fondo, lo único que nos vale es tener cada cual su propia experiencia personal, y para ello representamos papel tras papel hasta llegar el momento de cansarnos de actuar y sufrir, y darnos cuenta de que eso que tanto ansiamos está y ha estado siempre dentro de nosotros mismos. Quizá sea ese el momento en que la función puede terminar, o empezar -según se mire-.
Un abrazo...
La mayoria de las veces estamos en la mente...casi siempre...,pero hay momentos especiales que el milagro se dá ...ya no hay palabras para expresar lo que uno esperimenta...
ResponderEliminarUn abrazito querida amiga.
Bona nit, Sina...Bona nevada, Sina..
ResponderEliminar¡Qué envidia sana tengo, después de tantos años nieva y yo en Alicante....!
Es la primera vez que me encuentro con un texto que plantea el estado meditativo,... tan claro.
Me ha encantado.
Un abrazo muy sereno y un besote grande para ti,
Naia
¡¡¡¡¡Hola, Sina!!!!! Pongo signos de admiración a propósito. Lo que "es" en el centro no puede expresarse con el lenguaje.
ResponderEliminar¡La vida misma!
Supongo que en algún momento iré a ver algún dato sobre la "biografía" de este misterioso Steven Harrison. Pero, por ahora, a quién le importa.
El texto es una joya, realmente. No me regalan joyas muy a menudo. Voy a tener que regalarla yo también. La vida es así, está hecha para darla.
Que mi abrazo te llegue como la nieve, Sina, en silencio...
Sina, que mejor manera de expresar lo que es el ego, una obra de teatro, una representación que nos creemos somos sus protagonistas. La vida se ocupa de quitarnos esas capas, si la escuchamos...
ResponderEliminarEs un texto precioso. Gracias por compartirlo.
Un abrazo desde dentro de mi pequeña cebolla, je, je.
P.S. Me encanta el sonido de la campanita.
Lo importante es cuando llegue ese momento.
ResponderEliminarUn abrazo luminoso para ti, Adonai
Así es Peregrina, nos sentimos identificados con nuestra mente,hay que ir más hacia adentro ...
ResponderEliminarUn abrazo y un beso, Sina
Bona nit Naia, ha nevado y hace un frio!
ResponderEliminarEn donde yo vivo ayer nevaba, pero no cuajó, solo en las montañas que se veían desde casa. Daba mucha alegría ver la nieve.
Estoy de acuerdo contigo, yo diría que desmonta al ego...
Un abrazo muy amoroso, Sina
Yo también creo que es una joya este texto.
ResponderEliminarLa primera vez que lo leí tuve la sensación de que derribaba muros.
Encantada de que lo compartas con quien desees, para eso está ...
Pues, que mi abrazo también sea silencioso, pero alegre para ti, Furia
Gracias a ti Tati, por visitar mi blog.
ResponderEliminarEstoy encantada de que te haya gustado el texto.
Y que te guste mi campanilla ...
Un abrazo lleno de luz para ti, Sina
Querida Sina
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Furia y contigo, una joya...lo he leido varias veces y me llegó profundo... muy adentro...gracias Sina una vez más...
Un cariñoso abrazo para ti querida Sina,
Maribel
Querida Maribel, me alegro de que te haya llegado, de verdad, gracias.
ResponderEliminarUn abrazo amoroso para ti, Sina
Gracias a ti Teresa, por tu comentario y tu visita.
ResponderEliminarUn abrazo muy luminoso, Sina
Con esta sencillez tan aplastante y hermosa, todo entra con mayor profundidad!
ResponderEliminarMuchas gracias por este texto, así, tan simple y lleno de silencio y vacío...
Un cálido abrazo!