La Diosa ordenó a todos ellos que se reuniesen y que uno por uno la abrazaran. Pasaron días hasta que todos hubieron estrechado a la Diosa en sus brazos. Tras concluir la prueba, la Diosa eligió a quien habría de acompañarla. Los restantes se quedaron atónitos e incluso indignados, haciéndose la siguiente pregunta: "¿Por qué ha elegido a ése cuando todos la hemos abrazado de igual modo?". Entonces pidieron explicaciones a la Diosa y ésta dijo:
Mis muy queridos, creéis que todos me habéis abrazado de igual forma, ¿no es así? Estáis muy equivocados. Sólo uno de vosotros me ha abrazado plenamente, sólo uno, y es el que he escogido para que me acompañe en la larga peregrinación. Los demás me habéis abrazado mecánicamente, sin una atención plena. ¿No sabéis que a la Diosa se llega siguiendo el camino de la conciencia y no el de las costumbres; la senda directa de la atención y no el camino de los rituales mecánicos?
Acto seguido, en compañía de su amado y consciente devoto, la Diosa partió en peregrinación.
Extraido de El Libro de la Felicidad de
Ramiro Calle
Que bonito Sina!
ResponderEliminarUn besote
Hermoso Sina!
ResponderEliminarUn beso
Bellísima entrada. Un Abrazo.
ResponderEliminarGracias Sina por esta entrada que nos recuerda una vez más la necesidad del alerta permanente.
ResponderEliminarCriños.
curioso, muy curioso que este cuento lo firme Ramiro Calle. (al margen)
ResponderEliminarGraciosa historia, desde el abrazo sincero
Sathya nam, Prem nam
Me alegro de que te guste.
ResponderEliminarUn abrazo para ti, querida Victoria.
Gracias Elisa!
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias Caperucita.
ResponderEliminarUn abrazo!
Si, si Delia, hay que estar bien despiertos, para no perdernos nada.
ResponderEliminarUn abrazo, amiga.
Santoshan, la historia no la firma
ResponderEliminarRamiro Calle, imagino que es anónima, pero
si que la cuenta él.
Shatya nam, Prem nan
Admiro a Ramiro Calle, conocido orientalista
ResponderEliminarEstupenda entrada, que como gota de luz una vez más dejas que nos refresque alertándonos
Gracias Sina amiga mia, un abrazo cálido para tí
Que bonita y singular imagen
ResponderEliminarotro abrazito
Gracias a ti, Arianna querida, por tu compañía.
ResponderEliminarMe alegro de que admires a Ramiro Calle, yo también lo hago.
Un amoroso abrazo.
Sina, tu hogar es un espacio exquisito, que he disfrutado muchas veces y no te lo había dicho... un beso
ResponderEliminarPlenitud y atención, ¿y qué hacemos con el incesante parloteo mental? Por más que quiero frenarlo, no cesa... ¿tal vez aceptarlo y restarle importancia?
ResponderEliminarHermoso post, me ayudó.
Besos.
Gran lección: no ser un autómata y estar vivo y presente.
ResponderEliminarGracias amiga! Un abrazo, con cariño.
Maria Luisa, me alegro mucho de que te guste mi espacio. Yo también visito el tuyo y me siento bien en él, pero tampoco te lo había dicho.
ResponderEliminarGracias.
Un abrazo lleno de cariño.
Buscador.
Esa mente que no cesa ... sé bien de que hablas.
Quiza sea la mejor opción, aceptarla y conocerla ;) No darle importancia (ya se cansará)
Un abrazo!
Estar vivo y presente, cuesta tanto!!!
ResponderEliminarAquí y ahora, verdad Zanara?
Gracias por tu visita, amiga.
Un abrazo lleno de luz.