El viaje


















Un día finalmente supiste lo que debías hacer, y empezaste, aunque las voces a tu alrededor continuaban gritando sus malos consejos, a pesar de que toda la casa empezara a temblar y sintieras el viejo tirón en tus tobillos.
“¡Arregla mi vida!”
cada voz gritaba.
Pero no te detuviste. Sabías lo que debías hacer, a pesar de que el viento levantó con sus dedos rígidos los cimientos mismos,
a pesar de que su melancolía
era terrible.
Era lo suficientemente
tarde, y una noche salvaje,
y el camino lleno de ramas caídas y de piedras.
Pero poco a poco, mientras dejabas atrás sus voces,
las estrellas comenzaron a arder entre las capas de nubes,
y hubo una nueva voz que lentamente reconociste como propia,
que te acompañó mientras te adentrabas más y más en el mundo,
decidida a hacer la única cosa que podías hacer,
decidida a salvarla única vida que podías salvar.
Mary Oliver

10 comentarios:

  1. Todos tenemos que tomar la decisión en algún momento y emprender el viaje que nos corresponde.
    Gracias.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Siempre creí que no es preciso mover un sólo dedo para emprender el mejor viaje posible: el de la observación interior, precisamente porque el lugar más inexplorado es siempre aquel en el que me encuentro.
    Sin embargo, tu post me hizo pensar que incluso el aburrimiento (inestimable campo de entrenamiento hacia la correcta observación), también debe ser renovado.
    La vida y los encuentros, deben abrirse camino...
    Interesante, como siempre.
    Muchos besos.

    ResponderEliminar
  3. Saludos cordiales.
    Sina.

    ¡Muy bueno!

    Salvar...lo rescatable...la esencia interior.

    Atentamente
    Erick Bojorque

    ResponderEliminar
  4. La vida está llena de viajes, solo hay que saber tomar la maleta en cada momento ;)
    Bella, sé feliz.
    Besos.

    ResponderEliminar
  5. Cuanto más abiertas las puertas, mejor...
    Gracias Buscador, por tu visita.
    Besos.

    ResponderEliminar
  6. Gracias Erick, por tu visita.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Y se oye una voz que reconoces como propia...

    ResponderEliminar
  8. Hola Sina

    Es una belleza este texto, además optimista, pese a todo lo que ocurra siempre hay una o varias soluciones. Fluye.

    Me ha gustado mucho.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  9. Flojita ... pero se oye ;)
    Gracias Angelina.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Me alegra que te haya gustado.
    Fluyamos ...
    Saludos.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.